Osteria De’ Mercati

Tengo la sensación de que muchos conocemos a alguien que este verano de 2023 ha ido a Sardegna, Italia. Pues bien, yo soy uno más de los que escogió visitar esta isla.

Después de siete calurosos días de playas azules y cristalinas, probar las tentaciones locales como la fregola sarda, los colurgiones, la bottarga, varios pecorinos y la porchetta, así como infinidad de platos de pasta con marisco, apetecía cerrar el viaje con alguna propuesta diferente.

Decidimos pasar nuestro último día en Sassari, capital de la provincia con el mismo nombre. El objetivo principal era conocer la ciudad y abastecernos de quesos y embutidos para hacer más amena la vuelta a Barcelona. No obstante, fuimos aún más afortunados al decidir aprovechar y cenar allí, pues dimos con la Osteria de Mercati y tenían mesas libres.

Por lo que sugerían las fotos del lugar, nos encontrábamos ante una cocina de autor con platos más refinados. Lo confirmamos al llegar. Un elegante local de cuidada iluminación y detallista.

El interior

La carta se componía de diversos entrantes, primeros y segundos, así como algunas propuestas fuera de carta. También había un menú degustación, aunque teníamos ganas de escoger por nuestra cuenta varios entrantes y un plato principal. Fue difícil la decisión, pues había muchas cosas atractivas. Optamos por el “Tre-tris“, que consistía en una pequeña degustación de tres entrantes. En cuanto a los principales, dos platos de pasta fresca con mantequilla, uno con plancton y otro con trufa fresca.

El “Tre-tris” se sirvió como degustaciones independientes, de plato en plato. Empezaron con el de mejillones, terciopelo de patata y azafrán, crujiente alla anchoa del cantábrico y aceite verde. Un plato muy singular y técnico. Esa patata con el toque de azafrán añade una muy buena base a un mejillón de calidad y bien tratado, el crujiente le aporta el punto salado y el contraste de textura. Me pareció un plato realmente interesante y solo hizo que darme aún más ganas de ver el resto.

Mejillones, terciopelo de patata y azafrán, crujiente alla anchoa del cantábrico y aceite verde

“Jamón” e higos, solo que el jamón era pescado blanco curado. La base del éxito de este plato estaba en la calidad de los ingredientes y así fue.

“Jamón” e higos

Como último entrante nos sirvieron una raya con tomates y una salsa de base que recordaba a un salmorejo. Raya en su punto que combinaba muy bien con el resto. Tres de tres entrantes muy bien ejecutados.

Raya

Los principales

En cuanto a los platos de pasta, ambos a la altura de los entrantes. Se notaba que la pasta era fresca, hecha en su punto y muy cremosa. Cuando esto se cumple, difícilmente puedes encontrarle un “pero” a un acabado con trufa fresca. Todo bien integrado y proporcionado. Personalmente, la trufa me cansa, pero si se hace bien como fue el caso es una delicia. No fue menos el plancton, y claramente más sorprendente. Difícil de describir, con su peculiar sabor a mar.

El remate

Ya para acabar rematamos con tres postres. Maravilloso el brownie con higos, me gustó tanto la combinación como lo bien hecho que estaba el brownie. También el brulée de limón, que me recordó a un lemon pie en cuanto a sabor pero muy diferente a nivel textura, tanto por la pasta brisa trozeada como la capa caramelizada crujiente. Fue el postre que más me gustó. Ya por último, el que no nos convenció ni por sabor ni a nivel estético fue una crema de leche con cítricos, almendra y galleta de mantequilla.

La bebida

Para los amantes del vino esta parte será un plus de visitar Osteria De’ Mercati. Aquí hay cultura y un equipo formado. En la carta predominan las opciones Italianas, con gran presencia de productores de la isla. Nos dejamos recomendar.

Nos propusieron empezar con un Mattariga de la bodega Chessa, demasiado acertadamente, ya que justo habíamos comprado seis botellas ese mismo día. Por ese motivo, y como segunda recomendación, escogimos un vermentino superior Mira. Lo encontré más elegante en nariz que otros vermentinos, notas cítricas y minerales, seco y de buena acidez.

Después continuamos con otro vermentino superior de Chessa llamado Animas para acompañar los principales.

Reflexiones

Son más de diez los años que llevo visitando Italia. Pandemia aparte, mínimo una vez por año. Osteria De’ Mercati es uno de los restaurantes donde más he disfrutado en este hermoso país tanto por su comida, atención, vino y espacio.

Sin lugar a dudas, cuando vuelva a Sassari vendré aquí y probaré el menú degustación.

Por cierto, hace poco entré en su perfil de Instagram y me alegré mucho al ver que han sido recomendados por la guía Michelin. Seguro que les da un impulso.

Precio

Salimos a 60€ por cabeza exactos, con ofrecimiento a probar un Mirto al acabar de cenar. El Mirto se trata de un licor típico de Sardegna resultado de la infusión de las bayas de un arbusto conocido como Myrtus communis y alcohol.

Un total de seis entrantes (dos de cada tipo), un principal por cabeza, tres postres, dos botellas de vino y el famoso coperto. Sea dicho que esto último, y aunque estoy en contra de cobrar el coperto, en este caso no era excesivo. Muy bien de precio tal repertorio, calidad y atención.

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